29/01/19. La nueva campaña arqueológica desarrollada a lo largo de tres semanas por el Museo Arqueológico Municipal de ‘La Soledad’, bajo la dirección del arqueólogo municipal Francisco Brotóns Yagüe, ha completado la excavación en uno de los grandes departamentos de la torre militar romana que fue construida, a mediados del siglo I a.C., con motivo de la guerra civil que enfrentó a los hijos de Pompeyo Magno con Julio César.
Durante el desarrollo de los trabajos de campo, sufragados por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz, se ha contado con la intervención de cuatro peones especialistas y la codirección del arqueólogo Antonio Javier Murcia Muñoz.
La torre de ‘La Cabezuela’ formó parte de un entramado de castillos construidos a propósito durante el citado conflicto militar para facilitar la circulación de las tropas y asegurar los suministros entre el puerto de Carthago Nova (Cartagena) y la alta Andalucía. Tanto esta torre como el castillo romano del Cerro de las Fuentes de Archivel constituyen las dos únicas fortalezas hispanas que, hasta el momento, han podido ser vinculadas directamente al gran conflicto militar del final de la República romana a partir de las excavaciones arqueológicas que el Museo de ‘La Soledad’ ha llevado a cabo en las dos últimas décadas.
La intervención que acaba de concluir se ha centrado en la excavación completa de uno de estos espacios. A partir de los trabajos desarrollados se ha podido observar una compartimentación de las viviendas en un amplio sector de habitación y otro más pequeño destinado a guardar víveres. Se trata de estancias muy sobrias, como suele ser habitual en las estructuras militares, con simples suelos de barro, que fueron construidas con muros de adobe y techadas con ramas y greda. En el interior han sido hallados numerosos fragmentos cerámicos de vajillas de cocina, mesa y almacenamiento, que corresponden a producciones procedentes de muy diversos lugares de la cuenca mediterránea; del mismo modo se localizaron diferentes utensilios y herramientas relacionadas con las actividades cotidianas de los soldados.
“Todo ello contribuirá, sin duda, a entender mucho mejor el papel desempeñado por sus ocupantes en un conflicto que, en tan solo cuatro años, acabó afectado a todos los territorios ribereños del Mediterráneo”, ha explicado Brotons. Del mismo modo, subraya “la importancia geoestratégica de la cuenca de Caravaca en uno de los más grandes episodios bélicos de la Antigüedad, lo que hace que los pequeños núcleos de Archivel y Barranda ocupen ya un lugar relevante en la arqueología y en la historia militar romana de la península ibérica”.
La estructura de ‘La Cabezuela’ es un claro ejemplo de torre de vigilancia y control del territorio inmediato que se emplaza en la cima de un cerro de forma cónica, base de tendencia circular, pendientes acusadas y cima amesetada alzada unos cincuenta metros sobre el nivel del entorno más inmediato. Presenta unas dimensiones de 26 por 34 metros y una superficie aproximada de 860 metros cuadrados. En el interior, las estancias se distribuyen en dos crujías separadas por un pasillo o un patio central; se trata de habitaciones muy alargadas, de unos 10 por 3 metros, que sirvieron como viviendas y como espacios de almacén.
La musealización al aire libre, gracias a numerosas campañas de excavación y puestas en valor de los últimos años, tanto en La Cabezuela como en el Cerro de las Fuentes de Archivel, garantiza el acceso libre de todos los ciudadanos a un patrimonio cultural que se ha convertido en un relevante factor de dinamización turística de las pedanías altas de Caravaca de la Cruz.
Durante el desarrollo de los trabajos de campo, sufragados por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz, se ha contado con la intervención de cuatro peones especialistas y la codirección del arqueólogo Antonio Javier Murcia Muñoz.
La torre de ‘La Cabezuela’ formó parte de un entramado de castillos construidos a propósito durante el citado conflicto militar para facilitar la circulación de las tropas y asegurar los suministros entre el puerto de Carthago Nova (Cartagena) y la alta Andalucía. Tanto esta torre como el castillo romano del Cerro de las Fuentes de Archivel constituyen las dos únicas fortalezas hispanas que, hasta el momento, han podido ser vinculadas directamente al gran conflicto militar del final de la República romana a partir de las excavaciones arqueológicas que el Museo de ‘La Soledad’ ha llevado a cabo en las dos últimas décadas.
La intervención que acaba de concluir se ha centrado en la excavación completa de uno de estos espacios. A partir de los trabajos desarrollados se ha podido observar una compartimentación de las viviendas en un amplio sector de habitación y otro más pequeño destinado a guardar víveres. Se trata de estancias muy sobrias, como suele ser habitual en las estructuras militares, con simples suelos de barro, que fueron construidas con muros de adobe y techadas con ramas y greda. En el interior han sido hallados numerosos fragmentos cerámicos de vajillas de cocina, mesa y almacenamiento, que corresponden a producciones procedentes de muy diversos lugares de la cuenca mediterránea; del mismo modo se localizaron diferentes utensilios y herramientas relacionadas con las actividades cotidianas de los soldados.
“Todo ello contribuirá, sin duda, a entender mucho mejor el papel desempeñado por sus ocupantes en un conflicto que, en tan solo cuatro años, acabó afectado a todos los territorios ribereños del Mediterráneo”, ha explicado Brotons. Del mismo modo, subraya “la importancia geoestratégica de la cuenca de Caravaca en uno de los más grandes episodios bélicos de la Antigüedad, lo que hace que los pequeños núcleos de Archivel y Barranda ocupen ya un lugar relevante en la arqueología y en la historia militar romana de la península ibérica”.
La estructura de ‘La Cabezuela’ es un claro ejemplo de torre de vigilancia y control del territorio inmediato que se emplaza en la cima de un cerro de forma cónica, base de tendencia circular, pendientes acusadas y cima amesetada alzada unos cincuenta metros sobre el nivel del entorno más inmediato. Presenta unas dimensiones de 26 por 34 metros y una superficie aproximada de 860 metros cuadrados. En el interior, las estancias se distribuyen en dos crujías separadas por un pasillo o un patio central; se trata de habitaciones muy alargadas, de unos 10 por 3 metros, que sirvieron como viviendas y como espacios de almacén.
La musealización al aire libre, gracias a numerosas campañas de excavación y puestas en valor de los últimos años, tanto en La Cabezuela como en el Cerro de las Fuentes de Archivel, garantiza el acceso libre de todos los ciudadanos a un patrimonio cultural que se ha convertido en un relevante factor de dinamización turística de las pedanías altas de Caravaca de la Cruz.